• Nazaret

    Miembro
    20 de octubre de 2022 a las 7:49 pm

    He de admitir que coincido con los compañeros en prácticamente todo lo aportado a este foro y, aunque mi opinión no esclarece nuevos puntos de vista, me gustaría aportarla a modo de esquema.

    Resumiría diciendo que como fortalezas hemos hallado:

    -La existencia del mismo Plan. Indica un avance en el camino correcto, un camino hacia una educación de valores, inclusiva, tolerante, de igualdad, que abarca la sexualidad…

    -Este Plan es una gran oportunidad para que Educadores/as Sociales de los IES tomen su papel y lo lleven a cabo, demostrando su valor y siendo ejemplo en otros muchos centros educativos.

    El hecho de que no se marque una figura clara para elaborar el Plan ha sido muy recalcado por mis compañeros como debilidad, algo en lo que coincido, pero prefiero quedarme con la parte positiva.

    En lo que respecta a las debilidades, argumentar que:

    -Este Plan necesita de una continuidad que en muchos ocasiones es inexistente o imposible de llevar a cabo. Básicamente porque es un Plan con una duración de 4 años, que implica la asistencia y el compromiso del profesorado, un profesorado que en la mayoría de las ocasiones entra y sale (pues no toda la plantilla es fija). Este hecho es motivo de que la viabilidad de las actividades y acciones integradas al Plan dependa del interés que tengan los mismos en participar.

    -Otro aspecto, que espero que no pero que puede darse en más de una ocasión, es que este Plan quede archivado en un cajón y nunca se llegue a incorporar en el centro. Es decir, que sea visto como una obligatoriedad que hay que entregar. A este punto, comentar la necesidad de que fuese revisado por inspección educativa para su buen cumplimiento.

    -El hecho más destacable es que para llevarse a cabo el Plan se necesita de que alumnado, profesionales del centro y familia se comprometan con el mismo. Ya sea desde la realización de los cuestionarios de la forma más sincera posible para obtener un diagnóstico lo más cercano a la realidad existente (pues en muchas ocasiones a estos cuestionarios se responde de la forma más ética posible), hasta el hecho de adoptar un lenguaje inclusivo dentro y fuera del aula.

    -Además de esta implicación mencionada, la formación para quienes tienen que darle vida es vital para que este Plan de unos resultados óptimos en todas sus fases.

    -Dando un énfasis especial a las familias y su papel, también se ha hablado de lo arraigados que están algunos pensamientos en el seno de las mismas. Personalmente, he dado con situaciones en las que el alumnado no se presentaba a actividades programadas (a consciencia de sus padres) por el hecho de que estaban dedicadas a temáticas de Igualdad. A esto, sumar que pocas actividades son las que el centro lleva a cabo con familias, cuando quizás esto es sería lo más importante pues son el principal foco educativo.

    La realidad normalmente es muy sencilla: los profesionales formados en igualdad o dispuestos a la causa serán quienes se impliquen en sacar adelante este Plan, mientras que los demás seguirán con sus rutinas como si el mismo no existiera. Y, normalmente, los profesionales implicados son quienes más sobrecarga de trabajo tienen por este mismo motivo.