• Roberto

    Miembro
    12 de octubre de 2022 a las 2:37 pm

    El ambito educativo podría suponer el germen del cambio, de la autoreflexión y de la autocrítica sobre lo aprendido desde un punto de vista sexista y androgénico.

    Es cierto que sigue existiendo una profunda brecha entre la realidad y la apariencia en la consecución de la igualdad. El patriarcado y el sexismo se han adaptado para seguir reproduciendo su discurso basado en características de la sociedad actual, como la competitividad extrema, la esclavitud de la estética, las redes sociales, la publicidad, los medios de comunicación.

    El entorno educativo podría suponer con la implicación de todas las personas que lo conforman: Alumnas y alumnos padres y madres, comunidad de personas formadoras un ámbito para la adquisición de nuevos valores que afrontaran la esclavitud de los estereotipos y ofrecieran la posibilidad a todas las personas de ser libres y diversas.

    Se podrían crear espacios de encuentro donde pudieran analizarse, hacer a las personas conscientes de la perpetuación de roles, tareas y expectativas unas agresivas y competitivas, otras sumisas y que conducen a la baja autoestima de las personas, y crear actividades formativas apoyadas en textos basados en la competencias, creación del conocimiento común de ambos sexos.

    Se podría utilizar el ocio y tiempo libre para diseño de actividades que faciliten la interiorización tanto del compromiso de la vida privada en cuanto a cuidados y atención a la familia y en la sociedad, mundo laboral, etc, poniendo en conocimiento de todas las personas las capacidades, logros, creación de conocimiento común de mujeres en los libros de texto.

    Si tanto los recursos materiales como los humanos (madres, padres, profesorado), partieran de una visión crítica de los roles impuestos, pudieran plantearse una inflexión de los mismos, una ruptura y transformación, de una forma expontánea podrían transmitir una educación formal e informal a las personas basada en la diversidad, la coeducación y el respeto a los valores humanos que hicieran de esta, una sociedad más justa e igualitaria.