• Anónimo

    Deleted User
    16 de mayo de 2022 a las 9:05 am

    Totalmente de acuerdo con esta afirmación que concentra la esencia de la economía feminista: el uso que hace la persona de su tiempo no es realmente un proceso racional, decidido y planificado. En la mayoría de los caso es algo que trasciende de una decisión personal, siendo las mujeres arrastradas por su rol de género a realizar las tareas relacionadas con el hogar y el cuidado de los demás, que además se perpetúa con las realidades de otras mujeres que recogen ese mandato de género, multiplicando exponencialmente los agentes implicados y sus consecuencias. María no trabaja porque se ha quedado al cuidado de su nieta Laura, para que su hija Ana pueda emigrar a un país de Europa para cuidar de los hijos de Emma, que busca una solución que le permita “conciliar” su vida familiar y laboral.