Inicio › Forums › FEMINISMOS para la CONSTRUCCIÓN de PAZ y la defensa de los DERECHOS HUMANOS en un contexto POST-COVID › FORO 03. M03. FEMINISMOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ › Responder a: FORO 03. M03. FEMINISMOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ
Mi lugar de enunciación es un lugar privilegiado, un lugar que ocupa una mujer blanca europea, que se ha formado con pensamientos coloniales en universidades del primer mundo y que ha crecido con la narrativa de la sociedad opresora. Soy consciente de ello y creo que tenemos como sociedad privilegiada una profunda deuda hacia todas las sociedades que han pagado históricamente nuestros privilegios y siguen pagandolos. Por otro lado, como todos y todas, he sufrido y sufro las opresiones internas de mi sociedad, que está constituida por estratos sociales diferentes y por las voces hegemónicas de la clase socioeconómica más poderosa, que no escuchan la de los distintos grupos existentes y no tienen interés en hacerlo. He crecido en un entorno rural, en una familia campesina numerosa de clase trabajadora y de bajo nivel educativo. Con muchos esfuerzos, trabajando y estudiando, he podido conseguir mis títulos universitarios. Mis experiencias eran muy diferentes a las de los grupos economicamente favorecidos, no solo por lo que estos grupos se podian permitir, sino por el tiempo que mi trabajo (en negro, mal pagado y sin derecho ninguno) quitaba a mi formación. Justo por ese motivo, puedo percibir una resonancia con respecto a las opresiones de las que discutimos, aunque no son comparables entre ellas, por la evidente discrepancia de contextos, derechos sociales y trayectos históricos. Además, el grupo que normalmente define mis conocimientos es el grupo del saber dominante. Todas estas pertenencias me colocan claramente en una posición más cómoda, donde mi lucha para ser escuchada está ya dentro del paradigma epistemológico de mi cultura. Por todo ello creo que tenemos que deconstruir este paradigma para pagar nuestra deuda hacia las culturas que hemos oprimido a lo largo de los años y que todavía oprimimos de una forma vil y furtiva. Personalmente intento ser consciente de mi lugar de enunciación para que no me limite a la hora de pensar, escuchar y cambiar las formas que tenemos de relacionarnos entre nosotros. Muchísimas gracias a los compañeros y a las compañeras por estas preciosas reflexiones.