• Luz Piedad Caicedo

    Administrador
    28 de abril de 2022 a las 9:57 pm

    Muy pertinente el debate que planteas Edilma. Esta preocupación la expresan no pocas feministas. Yo creo que la reflexión desde realidades distintas siempre será enriquecedora. El análisis y la forma como nos aproximamos a la realidad -que no es sino una construcción sobre la realidad, pero no la realidad misma- ponen en evidencia que vemos lo que nuestra experiencia nos lo permite -esto será abordado en el módulo 3-. Si nunca he vivido la discriminación por el color de mi piel, ello no significa que esta no exista y no sea un marcador absolutamente relevante y una situación oprobiosa que requiero denunciar e incluir en la agenda feminista. El problema es que al no vivir esta discriminación no la tengo en cuenta, no la menciono y no la incluyo en mi agenda. El feminismo negro está ahí para mostrarme que no me he ocupado de ese asunto. En ese momento no hay división, hay una mirada más compleja, más abarcativa y la posibilidad de construir una agenda más comprensiva. Por supuesto, tomar la discriminación por el color de piel es solo un ejemplo; también habría podido hacer referencia a la negación de derechos por ser lesbiana o ser pobre.